Traducido por El Centro
El estudiante de tercer año Andrew Kochman tiene $1,350 en su nevera. Cada martes, antes de acostarse, Kochman abre la puerta de la nevera y, en un lado, encuentra su dosis de Wegovy, un medicamento para la pérdida de peso. Se levanta la camiseta, se inyecta el medicamento en el torso y luego se desecha la dosis. Repetirá el mismo procedimiento la próxima semana.
Kochman tiene 20 años y ha estado tomando Wegovy durante aproximadamente un año y medio.
"Me inspiré al ver todo lo que hay en internet sobre cuánto peso están perdiendo las personas, y una de mis amigas de casa también lo había probado, y había perdido mucho peso", dijo.
Desde la escuela primaria, Kochman dice que ha tenido problemas con su peso. Asegura que ha probado todo tipo de dietas y programas como WeightWatchers, pero siempre terminaba recuperando el peso.
"Quiero decir, sentía que solo comía Cheerios secos, pan simple y zanahorias", dijo Kochman.
También odiaba ir al gimnasio, incluso se autodenominaba "perezoso". Sin embargo, en junio de 2024, Kochman alcanzó un punto de quiebre, especialmente cuando fue diagnosticado de prediabético. Después de eso, concertó una cita con su pediatra. Él dice que su médico le recomendó visitar a un especialista en pérdida de peso, quien le recetó una dosis de 0,25 mg de Wegovy.
"Es diferente para cada persona, pero para mí aumentamos gradualmente mi dosis una vez al mes hasta llegar a 2.5, y a medida que subías, perdías peso más rápidamente y tu apetito disminuía", dijo.
Kochman dijo que perdió 40 libras en dos meses con un apetito reducido y con ejercicio mínimo.
Las desventajas de reducir tallas
Wegovy pertenece a una clase de medicamentos llamada agonistas de GLP-1. Estos regulan los niveles de azúcar en la sangre y reducen el apetito. Wegovy y otro fármaco popular del mismo tipo, Ozempic, comparten el mismo ingrediente activo: semaglutida.
Ozempic fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para tratar la diabetes tipo 2. En marzo de 2024, la FDA aprobó Wegovy para personas con obesidad o con condiciones de salud relacionadas con el peso. Mounjaro y Zepbound son medicamentos similares. Mounjaro se usa para tratar la diabetes, mientras que Zepbound se receta a personas con obesidad.
La profesora de estudios de asistente médico, Alexis Moore, explicó que lo saludable es perder entre 1 y 2 libras por semana. Dijo que en casos como el de Kochman, una pérdida rápida puede provocar pérdida muscular. Según Moore, la mayoría de las personas no alcanza su máximo desarrollo muscular hasta los 25 años.
Sin embargo, no todos los GLP-1 provocan una pérdida de peso acelerada. Una estudiante de último año en Elon, que pidió mantener el anonimato, usa Zepbound y ha perdido unas 40 libras en el último año.
Contó que había tenido sobrepeso casi toda su vida, pero llegó a un punto en el que dejó de sentirse bien consigo misma. Consultó a su médico y le preguntó qué podía hacer. Su primera opción fue Wegovy.
Poco después de empezar a tomarlo, los efectos secundarios se volvieron graves. Dijo que sentía náuseas y vomitaba a diario.
“Hablé con alguien el año pasado que me contó que le pasaba lo mismo con Wegovy”, comentó.
Kochman también dijo que ha tenido episodios de vómito al usar el medicamento.
“Todos mis amigos lo saben. Vamos en el carro y termino vomitando al lado de la carretera”, contó. “Ya ni les sorprende.”
Explicó que, si comía porciones grandes, sabía que la comida volvería más tarde, ya fuera de regreso a casa o en ella. En el otoño de 2024, tras meses de dolor estomacal, fue diagnosticado con parálisis del sistema gastrointestinal, también conocida como “estómago paralizado”.
“No se puede asegurar que fuera por el medicamento, pero hay muchas probabilidades”, dijo Kochman.
Ahora toma unas seis pastillas diarias para digerir mejor los alimentos, pero no planea dejar Wegovy. Según un estudio del Pew Research Center en marzo de 2024, Novo Nordisk, la empresa que fabrica Ozempic, Rybelsus y Wegovy, generó unos 21 mil millones de dólares en ingresos con sus fármacos GLP-1, casi dos tercios de su ganancia total de ese año. Para quienes no tienen seguro, un mes de Wegovy o Zepbound puede costar hasta 499 dólares.
El 16 de octubre, el presidente Donald Trump dijo en una conferencia de prensa que podría reducir el precio de los medicamentos para bajar de peso a 150 dólares al mes. Sin embargo, el administrador de Medicare y Medicaid, el Dr. Mehmet Oz, aclaró que no era una medida oficial.
Al día siguiente, las acciones de Novo Nordisk y de Eli Lilly, fabricante de Mounjaro y Zepbound, bajaron, según Axios.
A comienzos de este mes, Costco y Sam’s Club anunciaron que ofrecerán Wegovy y Ozempic a precios más bajos para personas sin cobertura médica. Ambas cadenas firmaron acuerdos con Novo
En el caso de Kochman, su seguro cubre el medicamento porque fue diagnosticado como prediabético. La estudiante anónima dijo que su seguro cubría Zepbound antes, pero ahora ya no, por lo que regresó a Wegovy.
“Para mí se trata de sentirme cómoda en mi cuerpo”, afirmó.
El peso de la percepción
La estudiante dijo que ya no tiene problemas para encontrar ropa que le quede bien. Lo que más le sorprendió fue el cambio en la forma en que la gente la trataba. Contó que ahora más personas le abren la puerta.
La profesora asistente de psicología, Ilyssa Soloman, estudia temas de imagen corporal.
“Uso ese término de forma neutral. Las personas percibidas como ‘gordas’ enfrentan un prejuicio real en la sociedad”, explicó.
Kochman comentó que antes de perder peso era considerado obeso, una de las condiciones para las que se recetan los GLP-1.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), entre 2021 y 2023, cerca del 40% de los adultos estadounidenses eran obesos. Si se suman quienes tienen sobrepeso, la cifra supera el 73%.
La Clínica Mayo describe la obesidad como una condición médica que implica un exceso de grasa corporal y eleva el riesgo de enfermedades como la diabetes y los problemas cardíacos. Las causas pueden ser genéticas, fisiológicas, ambientales o relacionadas con la alimentación y el
Soloman señaló que muchas personas asumen cosas sobre la salud de otros solo por su tamaño corporal. Añadió que la “gordofobia”, basada en la idea de la fuerza de voluntad, ha sido uno de los pocos prejuicios que han aumentado en la última década.
Un estudio del Pew Research Center encontró que el 65% de los estadounidenses creen que la fuerza de voluntad no basta para perder peso y mantenerlo.
“Esto plantea preguntas sobre si la gente busca un tipo de cuerpo específico o una versión más saludable de sí misma”, dijo Soloman.
También advirtió que las redes sociales influyen en estas decisiones. Las plataformas pueden inundar los algoritmos con imágenes que promueven ciertos cuerpos o ideales inalcanzables.
“En ese contexto, la forma en que algunas personas usan las redes sociales refuerza la importancia de la apariencia”, comentó.
A pesar de las preocupaciones psicológicas, Soloman insistió en que no se debe juzgar a quien decide usar medicamentos para perder peso.
“Lo que una persona decida con su médico, si es lo mejor para ella, está bien”, afirmó.
Kochman es abierto sobre su uso de Wegovy, pero la estudiante anónima solo se lo cuenta a amigos cercanos.
“No es algo que mencione en una conversación casual, porque hay juicio. Mucha gente cree que estás haciendo trampa”, dijo.
De una solución rápida a un compromiso permanente
Moore dijo que una de sus mayores preocupaciones es el acceso a los GLP-1 para quienes realmente los necesitan, como las personas con diabetes.
“¿Tienen el mismo acceso los pacientes diabéticos que quienes buscan bajar de peso sin tener esa condición?”, preguntó.
Entre finales de 2022 y 2023, la Asociación Estadounidense de Diabetes reportó escasez de estos fármacos debido a la alta demanda. La FDA informó que el problema se resolvió en la primavera de 2024.
Otro estudio de Pew mostró que el 53% de quienes conocen los GLP-1 considera que son una buena opción para personas con obesidad o problemas de peso, mientras que el 19% los considera inadecuados y el 28% no está seguro. Para quienes no tienen condiciones relacionadas con el peso, solo el 12% los aprueba, el 62% los rechaza y el resto duda.
Moore dijo que le preocupa el impacto a largo plazo en los jóvenes que los tomen.
“Una vez que el medicamento sale al mercado, solo se recopilan datos durante un año”, explicó. “Como es un fármaco reciente, no sabemos cuáles serán sus efectos con el tiempo.”
Pese a los riesgos, Kochman planea seguir tomando Wegovy de por vida.
Después de perder 110 libras, aconseja a otros estudiantes que consulten a un médico antes de tomar decisiones. También advirtió sobre los efectos secundarios y recomendó acudir a especialistas en pérdida de peso.
“Pasé una década sintiéndome incómodo en mi cuerpo. Si esto me permite sentirme bien conmigo mismo, voy a defenderlo con orgullo”, dijo Kochman.

